Por qué debería comenzar a hacer lo que más me gusta...

Al centrarte en algo que te gusta sentirás mucha más seguridad y llevarás...

3/29/20211 min read

La pregunta que todos nos hemos hecho, y sino estarás por hacértela en poco tiempo.

En una sociedad donde el éxito en los negocios parece medirse por el dinero y el reconocimiento externo, a menudo olvidamos la importancia de hacer lo que realmente nos hace felices. Esta historia nos muestra la importancia de comenzar a hacer lo que más nos gusta dentro de los negocios. Cuando nos apasionamos por lo que hacemos, nuestra energía y creatividad se desatan, lo cual nos lleva a lograr resultados sorprendentes. Además, cuando hacemos lo que nos gusta, encontramos mayor satisfacción y plenitud en nuestra vida profesional. A veces, puede ser difícil dar el primer paso y seguir nuestros sueños, pero esta historia nos anima a no dejar que el miedo o las expectativas de los demás nos detengan. El éxito verdadero radica en la autenticidad y en hacer lo que realmente nos hace felices.

Es fundamental apoyar a las personas que se embarcan en el camino de perseguir sus sueños, ya sea en el ámbito laboral, artístico o emprendedor. Muchas veces, el miedo al fracaso o la falta de confianza pueden hacer que abandonen sus proyectos sin haber siquiera intentado alcanzar sus metas. Sin embargo, brindarles nuestro apoyo y aliento puede marcar la diferencia en su determinación y perseverancia. No debemos subestimar el impacto positivo que nuestras palabras y acciones pueden tener en el entusiasmo y la motivación de aquellos que se atreven a soñar en grande. Al mostrarles nuestro apoyo, les estamos transmitiendo confianza y creando un ambiente propicio para su crecimiento y desarrollo. Apoyar a quienes comienzan un sueño es abrirles puertas hacia nuevas oportunidades y contribuir a la construcción de una sociedad más emprendedora y creativa.

Así nació FRETND, en el patio de mi casa dándole vueltas a uno de mis nichos favoritos y con la que puedo sentirme mas creativo, la moda.

Calidad, no cantidad.

Hemos hecho de la calidad nuestro hábito. No es algo por lo que simplemente nos esforzamos: vivimos según este principio todos los días.